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Se detiene el descenso de infecciones por VIH

pronostico-sidaEl descenso mundial de nuevas infecciones por VIH en la población adulta se ha estancado en los últimos años luego de una reducción significativa del 40% seguida a 1997 cuando se alcanzó un pico máximo de casos nuevos.  El programa de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lamenta el descenso e incluso alerta que en algunos regiones están volviendo a repuntar las infecciones.

En su último informe mundial se recogen tanto los principales logros conseguidos en los últimos años, como lo que respecta a nuevos casos de VIH en niños, que han caído en más de un 70%  desde 2001, pero denuncian que entre la población adulta se deben intensificar los esfuerzos porque el número de nuevos contagios se ha estancado. De este modo, estiman que en los últimos cinco años (entre 2010 y 2015) se han producido 1.9 millones de nuevos contagios en la población adulta y en algunas regiones los casos vuelven a crecer, lo que dificulta que se pueda lograr el objetivo de acabar con el sida en el año 2030.

Ante el anterior escenario vale preguntarse ¿Cuáles son los esfuerzos que deben intensificarse? ¿Qué estrategias ha sugerido ONUSIDA para acabar con el sida en el año 2030?  Como siempre en todo su actuar, en sus “esfuerzos” no aparece nunca la educación en valores, la promoción de la abstinencia y la fidelidad ni la importancia de posponer el inicio de la actividad sexual en los jóvenes o de evitar incurrir en situaciones o comportamientos de riesgo. ONUSIDA  hace una campaña de preparación para el Día Mundial del Sida 2016 (1 de diciembre) donde invitan a que todos envíen su opinión sobre como reducir este flagelo que afecta a gran parte de la población. Pero, ¿qué sugieren?  Específicamente lo siguiente:

“La campaña abarcará aspectos de la prevención del VIH, como el uso de preservativos y lubricantes, la reducción de daños, la profilaxis pre exposición, la circuncisión masculina médica voluntaria (CMMV), la prevención de la transmisión materno infantil del VIH, las pruebas y la supresión vírica. También analizará la forma de abordar las barreras que impiden acceder y usar tales servicios a las adolescentes y mujeres jóvenes, las poblaciones clave y las personas que viven con el VIH.”

Parecen “olvidar” – quizá no lo toman en cuenta porque atrás no hay ningún negocio lucrativo- que si la sexualidad se viviera ordenadamente, cumpliendo su fin unitivo y procreativo, sin duda alguna los casos de VIH se reducirían hasta la meta de acabar con la enfermedad.  Vale la pena recordar que cualquier persona puede contraer VIH, sin embargo, hay comportamientos riesgosos que aumentan las probabilidades de contagios, existiendo también determinados grupos que son más propensos a contagiarse. A continuación se indica una lista de personas que tienen un riesgo alto de contraer la infección por el VIH:

  • Los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
  • Cualquier persona que tenga múltiples parejas sexuales.
  • Cualquier persona que tenga relaciones sexuales con una prostituta.
  • Cualquier persona que comparta agujas al usar drogas ilegales inyectables.
  • Cualquier persona que ofrezca sexo a cambio de drogas o dinero.
  • Cualquier persona que tenga una enfermedad de transmisión sexual.
  • Cualquier persona que haya tenido o tenga una pareja sexual con alguno de los factores de riesgo que se acaban de indicar.

En Estados Unidos, por ejemplo, aunque el grupo de homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres suman únicamente el 2% de la población, ellos dan cuenta de la mayoría de las nuevas infecciones por VIH en el país.

En Fadep estamos convencidos que el primer paso para acabar con el VIH es promover la fidelidad y la prolongación del primer encuentro sexual en los jóvenes, en caso no se tenga una relación estable con miras al largo plazo, además de evitar conductas y situaciones de riesgo, tal como lo expone la organización internacional de jóvenes World Youth Alliance en su documento sobre VIH/SIDA.

Es necesaria una educación sexual que enseñe a los adolescentes a valorar su cuerpo, que los lleve a retrasar el inicio de la actividad sexual -para automáticamente reducir el numero de parejas sexuales que tendrán a lo largo de su vida- y que los lleve a ver la sexualidad, no como una necesidad de placer que debe satisfacerse, sino como una manifestación de amor entre un hombre y una mujer que han decidido unir sus vidas para conformar una familia, a través de la institución del matrimonio.  La meta de acabar con el sida para el 2030 es ambiciosa, y si se pretende lograrlo a partir de una mayor de distribución condones y de una educación sexual que se basa únicamente en la “protección”, definitivamente no se alcanzará.